jueves, 5 de enero de 2017

Los cuatro excesos de la educación moderna...

http://www.rinconpsicologia.com/2016/03/educacion-moderna-trastornos-infantiles.html

viernes, 9 de diciembre de 2011

CONTESTACIÓN DEL SR. A. HERNÁNDEZ AL ESCRITO DEL SR. ARTURO PÉREZ REVERTE



Perez Reverte,
en XLSemanal revista online de actualidad
Escrito de Antonio Hernández:

Sr. Pérez Reverte:

Hace unos días, por ese magnifico medio de comunicación que es Internet, llegó a mi correo electrónico una carta que, al parecer Vd. firma, en la que, en un estilo mas propio de uno de sus personajes de los Tercios de Flandes que de un demócrata como le supongo, se despide  del Sr. Rodríguez Zapatero.

No creo que al despedido Sr. Zapatero le importe una higa su proclama, ya que ha sido objeto de escarnio durante toda la legislatura por sus nobles opositores de la derecha (perdón, por el centro derecha), pero sí nos importa a los que creemos en la democracia que con sus carencias permite con algo tan sencillo como el voto, cambiar un gobernante sin necesidad de insultarle a él y a todos sus votantes y colaboradores.

Trata Vd. al Sr. Zapatero y a sus colaboradores de ignorantes y otras lindezas como que jamás han leído un libro. ¡Sr. Pérez Reverte!: Leer un libro no es equivalente a ser inteligente, pues hay libros y libros. Yo mismo, permítame la ligereza de ponerme como ejemplo, he leído La Divina Comedia y algunos de los de su producción, y créame que noto la diferencia sin que por eso me considere una lumbrera.

Estoy absolutamente seguro del que el Sr. Rodríguez Zapatero ha cometido muchos errores en su gestión, pero eso, fíjese bien para otra vez, ya se lo hemos hecho pagar los españoles en las urnas, porque sépalo Vd, no se ha quitado de en medio: lo ha retirado la Democracia.

Por si no le queda clara la diferencia, aunque le considero una persona inteligente, quitarse de en medio es lo que hizo Vd. Cuando abandono la tarea de corresponsal de guerra, para pasar a fabricar literatura y a colaborar con algunos medios de opinión. Por cierto: eso de medios de opinión, ¿no querrá decir que son medios para crear opinión, según quien pague?

No obstante, créame que respeto su opinión en cuanto a la gestión del respetable Sr. Zapatero, especialmente si tuviera la amabilidad, como buen demócrata que le creo, de eliminar ese lenguaje insultante, pues ya lo hemos aguantado durante la legislatura. También sería de agradecer que tuviera en cuenta que salvo excepciones, el único presidente que ha aprendido inglés ha sido el Sr. Aznar, pero lo hizo después de que las urnas lo retiraran y le permitieran amortizar generosamente su retiro empleándolo en denostar al gobierno de España y por ende a todo el país poniendo trabas especialmente a la gestión económica y alistándose en un poderoso medio de comunicación que se distingue por su poco respetuosos métodos.

Como no veo la posibilidad de dirigirme personalmente a Vd. me voy a permitir enviar esta misiva a las personas que habitualmente me envían comentarios, esperando que lo trasmitan  por si llegase a ese medio de opinión que es XL SEMANAL,  y creyeran oportuno publicarla.

Antonio Hernández.
Posdata.
Observe Sr. Pérez Reverte que no estoy en absoluto de acuerdo con Vd. y no he necesitado insultarle para que se note.

  

sábado, 19 de noviembre de 2011

LA EDUCACIÓN Y LA SANIDAD PRIVADA NO SON SOSTENIBLES

Ideologías al margen, la realidad económica manda: La educación y la sanidad privada son, de todas todas, insostenibles.

Los principios de equilibrio entre costes e ingresos obligan a  los modelos de negocio en materia de sanidad y educación a luchar contra estructuras paradójicas imposibles de sortear. En un modelo económico en el que los costes fijos suben año tras año, costes salariales al margen, y aún en crisis (mejor que sea así y que no caigamos en perpetua deflación), obligaría a las escuelas y hospitales a aplicar economías de escala, con el objeto de reducir la carga de costes fijos. Dicho de otra manera, las escuelas deberían luchar por tener más alumnos y los hospitales ¡más enfermos!. El primer caso se hace difícil -las escuelas tienen plazas limitadas-, pero el segundo, además de difícil, se hace poco ético. Así pues, sólo nos queda la vía de la reducción de costes -servicios, salarios...- o/y aumento de cuotas. 

Basta con darle un vistazo a la historia para darse cuenta de que los ciclos económicos obedecen a este tipo de paradoja irresoluble, propia del modelo capitalista: cuando una estructura se colapsa, porque no puede crecer, y se ve obligada a aumentar cuotas, llega un momento que se hace insostenible y la pérdida de clientes  se hace inevitable. La contención salarial, en la mayoría de casos, sólo se trata de un pésimo paliativo.

El modelo educativo concertado (mezcla de público y privado) Español se encuentra en esta encrucijada. Las escuelas tienen un cupo de alumnos que, en la práctica totalidad de escuelas, es imposible aumentar. El  incremento de los costes fijos (agua, luz, agua, servicios contratados...) y el recorte de las subvenciones de la Administración, obligan a encontrar una solución  que haga posible mantener sus estructuras de coste.

En estos casos, la generación de ingresos extraordinarios o valores añadidos es poco factibles: existe poca posibilidad de diferenciación, de ser creativos, cuando hablamos de enseñanza y la cuota de mercado es nula (en el caso de la formación, el margen es mucho mayor y existe cuota de mercado).  Así pues, visto lo visto, sólo queda la antipática vía de los incrementos de cuotas injustificables. Y de ahí, el recurso fácil del recorte salarial -75% del coste total- para evitar lo inevitable: el colapso de lo que es insostenible.

Lo dicho sería aplicable a la sanidad, pero ésta tiene un factor de valor añadido mucho más amplio que la enseñanza. La sanidad sería comparable a las escuelas de formación. En estos casos, hacer sostenible el modelo a través de un valor añadido tangible salvaría la situación. Eso sí, con unas opciones de oferta de formación y sanidad para aquellos que puedan pagarlas y que, en períodos de crisis como los que estamos viviendo, también se pueden hacer insostenibles.

La educación y la sanidad -especialmente la primera- sólo pueden ser soportadas a través del gasto público. Ningún emprendedor  invertiría en una escuela; es un negocio ruinoso, aún sin ánimo de lucro.





viernes, 24 de junio de 2011

ASÍ NOS MANIPULAN. UN ANÁLISIS CON DATOS OBJETIVOS

Evolución de los salarios en España (1978-2010)
BY ALBERTO GARZÓN ESPINOSA  JUNE 24, 2011  



Los salarios son el componente económico más importante del capitalismo junto con la tasa de ganancia, ya que si bien esta última es el motor del sistema los salarios son a su vez la gasolina (debido a que son el estimulante del consumo y el elemento principal que hace las ventas puedan realizarse). Sin embargo, estudiar la evolución de los salarios no sólo sirve como herramienta económica (ver cómo ajustar la capacidad de consumo a la de producción) sino también como herramienta política (defender a los trabajadores del intento permanente por empobrecerlos).
Precisamente por el papel que juegan en la economía el debate está casi siempre contaminado. Un vistazo a los artículos y noticias más convencionales sobre economía nos daría la impresión de que los salarios son un lastre para una economía como la española, mientras que la percepción generalizada de la gente es que los salarios son cada vez más insuficientes para llevar un nivel de vida digno. Corresponde entonces resolver esta brecha de realidad que surge entre lo que es el análisis económico convencional y la percepción social. Y para ello nada mejor que hacerlo de una forma técnica y rigurosa, acudiendo a los datos y procediendo a interpretarlos con cautela.
Antes que nada una matización. En sentido amplio el salario debería entenderse por sus tres patas: salario directo, salario diferido y salario indirecto. El salario directo es aquel que se deriva de las rentas del trabajo o lo que comúnmente llamamos salario o sueldo. El salario diferido son todas las prestaciones por jubilación que vamos a recibir cuando termine nuestra vida laboral y que dependen de la cantidad y calidad de las cotizaciones sociales. Y finalmente el salario indirecto (o social) es aquel que se deriva de la diferencia entre el precio de mercado de un bien y su precio ofrecido por un servicio público, es decir, es lo que dejamos de pagar directamente debido a que el bien o servicio está suministrado a través de lo que se llama Estado del Bienestar y que si por el contrario fuera de prestación privada sería mucho más caro (un ejemplo claro es la sanidad o la educación).
Debido a que vamos a usar estadísticas convencionales (de la Unión Europea) tenemos que centrarnos sólo en las dos primeras patas, que son aquellas que entran en el concepto técnico de “Compensación Salarial”. Las compensaciones salariales son, por lo tanto, todos aquellos sueldos y salarios y las prestaciones sociales. En sentido general podemos entender que es todo aquello que a lo largo del proceso productivo recibirán los asalariados (en oposición por lo que recibirán los empresarios).
Salarios nominales
Lo primero que tenemos que analizar es por lo tanto la compensación nominal, es decir, el salario tal y como lo percibimos a diario. Está medido en euros y no incluye el incremento del coste de la vida. Un incremento o rebaja de salarios nominales en realidad no nos dice demasiado, ya que en última instancia lo que interesa al receptor de salarios es cuánto puede hacer (comprar) con lo que recibe. Si suben los salarios nominales pero sube mucho más el “precio de la vida”, es decir, lo que solemos comprar a diario, entonces no estaremos tan contentos. En todo caso, veamos qué ha pasado con los salarios nominales en el período estudiado (1978-2010). Los salarios nominales se calculan a partir de la fórmula (compensación de empleados/número de empleados) lo que quiere decir que estamos ante los salarios nominales medios.
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Como se puede comprobar, los salarios nominales han crecido prácticamente en todos los años. Sólo en años de crisis los salarios nominales han caído. No obstante, el crecimiento anual de los salarios nominales se moderó desde finales de los noventa, y desde entonces prácticamente en ningún año creció por encima del 0′05%.  Lo que podemos ver también es que los salarios nominales subieron ligeramente más al comienzo de la crisis (más que en los diez años anteriores) y que sin embargo ahora están creciendo a un ritmo prácticamente del 0%.
Salarios reales
Como hemos dicho, los salarios nominales por sí solos no nos aportan demasiada información. Lo que necesitamos es entonces ver el salario real. El salario real sí tiene en cuenta el “precio de la vida” y por lo tanto es el mejor indicativo del poder adquisitivo de la población. Si los salarios suben más que el precio de las cosas entonces el poder adquisitivo sube y la percepción es de que somos más ricos. Si por el contrario el salario real cae significa que podemos comprar menos cosas con los mismos ingresos y nuestra percepción es de que nos empobrecemos.
Para calcular el salario real se utiliza un deflactor o índice de precios que sirve para “ajustar” los salarios al crecimiento de los precios y medir así la capacidad adquisitiva. Sin embargo esto no está exento de problemas, ya que supone preguntarse cómo medir el incremento de los precios. El mecanismo más utilizado es emplear el índice de precios al consumo (IPC), que mide el crecimiento de los precios de una determinada cesta de bienes de consumo. Es decir, los economistas van siguiendo el crecimiento de los precios de un conjunto de bienes que se consideran de compra habitual y calculan cuánto suben. Y con ese dato (llamado índice del IPC) se deflacta el salario nominal, tras lo cual se obtiene el salario real. Veamos qué ha pasado entonces con el salario real.
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Aquí ya vemos una diferencia importante con respecto al primer gráfico. Lo que podemos comprobar es que desde 1978 hasta principios de los noventa los españoles ganaron capacidad adquisitiva, pero que desde entonces y hasta el inicio de la reciente crisis lo que ha ocurrido ha sido un estancamiento de dicha capacidad. Incluso en algunos años se puede comprobar cómo el salario real ha caído (línea naranja) lo que refleja que los salarios han subido menos que los precios. La sorpresa, que luego interpretaremos y resolveremos, es que al inicio de la crisis los salarios reales han subido y mucho. Eso es contraintuitivo, ya que refleja que los salarios suben en tiempos de crisis. En una segunda fase de la crisis, sin embargo, los salarios reales se desploman. Resolveremos esta paradoja más adelante.
De momento vamos a establecer ya una queja sobre la metodología del IPC. En efecto, el índice de precios mide sólo el incremento de precios de algunos bienes, pero no de todos. Es un sesgo importante que debe resolverse, más aún cuando por ejemplo no tiene en cuenta algunos bienes como el de la vivienda. Y sabemos perfectamente que la gente percibe más claramente el empobrecimiento cuánto más se desvía su sueldo de la capacidad de compra de una vivienda, por ejemplo. Los economistas solucionamos este problema deflactando los salarios nominales por el llamado deflactor del PIB, dejando de lado el IPC. El deflactor del PIB mide el incremento de precios de todos los bienes y servicios de una economía y por lo tanto es más adecuado para medir la capacidad adquisitiva. Veamos qué ha pasado con el salario real si lo medimos de esta forma alternativa.
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Como podemos comprobar, aquí ya hay algo absolutamente claro: lo que antes era un estancamiento de los salarios reales en la época 1994-2007 ahora es realmente una caída importante de los mismos. En efecto, observando las variaciones interanuales podemos comprobar que los salarios han perdido poder adquisitivo de forma sistemática en todo ese período, lo que significa que se han empobrecido respecto a la capacidad de consumo. No obstante, volvemos a ver cómo en una primera fase de la crisis los salarios reales se disparan y en una segunda caen de forma abrupta. ¿Cómo podemos entenderlo?

¿Salarios al alza en tiempos de crisis?
Este fenómeno no tiene sentido económico, a pesar de que muchos comentaristas se centran en este hecho para justificar la supuesta necesidad de rebajar salarios. Su explicación tiene que ver como casi siempre con la metodología estadística y, en concreto, con un efecto llamado efecto composición.
El cálculo de los salarios reales es el siguiente: [(Salarios nominales totales/Empleados)/(Deflactor de Precios)]*100. Ahí hay más que una sola variable, de modo que interesa ver la evolución de todas para comprender cómo varían los salarios reales. Por ejemplo, una bajada de los precios o del PIB (por ejemplo como resultado de una recesión) incrementará el salario real. Pero eso, en cualquier caso, sería un “evento positivo” para los trabajadores porque incrementaría el poder adquisitivo. Sin embargo, hay otra variable -el número de empleados- cuya evolución dista mucho de ser favorable para los trabajadores.
En efecto, debido a que el salario medio es una media estadística es importante conocer cómo se distribuye. Si todos los asalariados cobraran lo mismo entonces un descenso o aumento del empleo no afectaría al salario medio. Sin embargo, si tal y como ocurre en España la distribución de las remuneraciones es muy asimétrica entonces los efectos finales son muy distintos.
En España sabemos que el mercado laboral es muy dual, lo que quiere decir que hay un estrato de trabajadores fijos (que cobran más) y otro de trabajadores temporales (que cobran menos). Y lo más importante: sabemos que los segundos son los más fáciles de despedir. Así, en un inicio de crisis se da un descenso del empleo que retira del mercado laboral a los empleados peor pagados y eso provoca, automáticamente, un alza estadística en los salarios medios.
Pero a continuación se llega a la segunda fase del ajuste. El incremento del desempleo provoca que haya un gran número de personas formando el “ejército industrial de reserva”, es decir, gente dispuesta a trabajar a cualquier precio -pues su vida va en ello. Eso provoca una presión insostenible sobre los salarios de todos los que siguen trabajando, de modo que según se desarrolla la crisis los que aún mantienen empleos ven cómo sus procesos de negociación con los empresarios se congelan y sus salarios se estancan o caen. Eso explica la segunda fase de la crisis: el descenso abrupto de los salarios reales. Vamos a permitirnos verlo gráficamente:
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Podemos observar que hay una correlación negativa entre ambas variables, como era de esperar. Cuando el número de empleados sube (y por las instituciones del mercado laboral eso significa entrada de nuevos “precarios”) el salario real baja. Insisto en la clave: si todos cobraran lo mismo la variación en el número de empleados no debería afectar al salario real. En los años de la crisis se ve bastante bien: cae brutalmente el número de empleados y sube automáticamente el salario real -primera fase del ajuste. Y aun cuando en 2010 sigue cayendo el número de empleados (pero menos) los salarios reales ya vuelven a caer -segunda fase del ajuste.
En definitiva, el ajuste de la crisis recae sobre la masa salarial. La masa salarial (MS) es el concepto que incluye al salario (W) y a los trabajadores (L). Se define como MS = W * L. En la primera fase de la crisis afecta al número de empleados (L). Y en la segunda al salario (W).
Salarios relativos
Todo esto nos lleva a otro concepto aún más interesante: el del salario relativo. Para Marx, por ejemplo, el salario relativo era mucho más importante que el salario nominal o real. Porque el salario relativo indicaba cuánto más se empobrecían los trabajadores a pesar de que sus condiciones materiales de vida aumentaran. Y esto es así porque el salario relativo mide la proporción de la renta que reciben los trabajadores.
En efecto, la renta al coste de los factores (Y) se distribuye entre trabajadores y capitalistas o, en términos más modernos, entre asalariados (masa salarial: MS) y beneficios empresariales (EBE). En notación puede escribirse que Y = MS + EBE.
Eso significa que de todo lo producido por una economía hay una parte que se quedan los trabajadores y otra que se quedan los empresarios. Vemos cómo ha sido el reparto reciente.

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Pues lo que vemos es que la participación salarial en la renta -el salario relativo- ha caído desde 1992 de forma ininterrumpida. Y eso por cierto incluye a la crisis, salvo muy ligeramente en la primera fase como ya hemos apuntado. Los asalariados recibían en 1992 el 69% de la renta, mientras que en 2010 es sólo el 61%. Y a principios de los ochenta era del 73%. Marx, y no sólo él, nos diría que nos estamos empobreciendo continuamente en beneficio de los capitalistas.
Observando la línea naranja, que mide la tasa de variación, vemos que casi siempre está por debajo del 0% lo que es un indicativo del empobrecimiento. Sólo en momentos de crisis la participación salarial sube ligeramente, pero como consecuencia de un descenso en el nivel de beneficios empresariales causado por la crisis misma.

Algunas anotaciones más
Los liberales suelen argumentar que es necesario rebajar los salarios porque así se incrementan los beneficios empresariales, lo que es cierto. Pero lo justifican porque según ellos los beneficios empresariales se destinan a la inversión y eso supone un incremento del empleo. Según este modo de pensar lo que los trabajadores pierden en concepto de Salario (W) lo ganan en concepto de trabajo (L) y de ese modo la masa salarial (MS) se mantiene y, además, se acaba con el paro. Pero esa argumentación incluye una hipótesis no confirmada: la reinversión de los beneficios.

También argumentan que la rebaja salarial supone un incremento de la competitividad debido a que el coste de los salarios influye en el precio final de venta y es necesario reducir éste para poder sacar a la economía de la crisis. Pero esto tiene dos errores graves. El primero, la hipótesis de que de la crisis sólo se sale con un modelo de crecimiento orientado hacia el exterior. El segundo, que olvida que los beneficios empresariales son también un coste y no sólo los salarios.
El otro día vimos que en España de todos los beneficios de las empresas no financieras el 50% se iba a distribución vía dividendos, lo que daba una señal de lo qué se está haciendo con los beneficios en este país. Desde luego no invertir y generar empleo, sino más bien enriquecer a los dueños últimos de las empresas (los accionistas). Esto va en la línea de las tesis que sostienen los teóricos de la financiarización poskeynesiana (que consideran que las finanzas están ejerciendo una punción sobre la economía productiva) y los teóricos neo-marxistas (que consideran que el capitalismo está en crisis permanente y que no puede reinvertir los beneficios de forma rentable en la economía productiva, motivo por el cual se desplazan a la esfera financiera o a remunerar a los directivos y accionistas).

Y también vimos el otro día que los precios no sólo suben porque los salarios suban sino que también pueden subir por la subida de los beneficios empresariales. Es decir, el precio (P) es la suma de los Costes laborales unitarios nominales (CLUn) y de la participación de los beneficios empresariales en la renta (EBE/Y). Así que si un país tiene que ser competitivo en precios (y no todos los países pueden serlo a la vez) no sólo puede concentrarse en los costes laborales sino también en los beneficios empresariales. Y la falta de competitividad de la economía española no viene marcada por la subida de salarios sino por la subida de los beneficios empresariales, algo que se explica al ver los costes labores unitarios reales.

Finalmente un añadido. Las clasificaciones de la contabilidad nacional agrupan a todos los tipos de asalariados, y eso conlleva un sesgo importante también. De hecho, la evidencia empírica para otros países indica que cada vez hay un abanico salarial más amplio, lo que significa que los grandes asalariados distorsionan mucho la muestra. En la teoría marxista hay varios estudios sobre estructuras modernas de clases y reflejan que la desigualdad es creciente no sólo entre capitalistas y trabajadores sino entre los propios trabajadores.


ANEXO
En notación, para entenderlo:
La renta nominal (Yn) es igual a la suma de la masa salarial nominal (MSn) y los beneficios empresariales nominales (EBEn).
Yn = MSn + EBEn
Que en términos reales significa que:
Y = Yn/P
Yn = Y * P
Sustituyendo en (1) tenemos que:
Y * P = MSn+ EBEn
Despejando P, que son los precios, y que es lo que queremos saber cómo se determina:
P = (MSn/Y) + (EBEn/Y)
Así pues, los precios dependen de la suma de un cociente muy extraño que divide la Masa Salarial nominal entre el PIB real y de otro cociente que hace lo propio con los beneficios empresariales. El primer componente son los llamados Costes Laborales Unitarios Nominales (CLUn). Dado que la Masa Salarial es la multiplicación del salario nominal medio (Wn) por el número de trabajadores (L) tenemos que:
P = [(Wn*L)/Y] + (EBEn/Y)
Que ligeramente fragmentado es:
P = (Wn) * (L/Y) + (EBEn/Y)
Como L/Y es la inversa de la productividad, podemos decir que la variable Z es la productividad y sustituir:
P = (Wn) * (1/Z) + (EBEn/Y)
Agregando tenemos finalmente que:
P = (Wn/Z) + EBEn/Y
Donde W/Z, es decir, el salario medio nominal entre la productividad en términos reales son los Costes Laborales Unitarios nominales (CLUn):
P = CLUn + EBEn/Y
Lo que quiere decir que el precio puede subir bien por el primer componente (coste salarial) como por el segundo (beneficios empresariales).
Dado que los liberales ponen al CLUn en el punto de mira, porque como decíamos antes intentan reducirlos para ganar competitividad, tenemos que saber que si vemos CLUn subir tenemos que tener en cuenta entonces que:
CLUn = P – EBEn/Y
Lo que significa que, como decíamos el otro día, los precios importan a la hora de ver si suben los CLUn y no sólo los salarios. Una subida del indicador CLUn no significa necesariamente que los salarios son altos sino que incluso puede ser complementaria con el hecho de que los salarios sean bajos. De hecho, lo más interesante es examinar los Costes Laboraes Unitarios reales, que son un medidor más adecuado de la competitividad medida vía salarios.
Dado que CLUn = Wn/Z
Y que la productividad en términos reales es Z=Y/L, tenemos que:
CLUn = Wn/[(Y/L)]
Como queremos tener todo en la misma magnitud convertimos la producción real en nominal (Y = Yn*P):
CLUr = [Wn]/[(Y*P/L)]
Que desarrollándolo es:
CLUr = (Wn*L) / (Yn)
Que nos recuerda que Wn * L es la Masa Salarial Nominal (MSn), de modo que:
CLUr = MSn / Yn
O, lo que es lo mismo, que los costes laborales unitarios reales son ¡la participación salarial en la renta! Y eso explica la parecida forma que tiene la evolución de los costes laborales unitarios reales con la participación de la renta. Hablamos de lo mismo:

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Notas:
He elaborado este post tras mantener una serie de discusiones con otros economistas críticos, como Nacho Álvarez y Antonio Sanabria, a los que agradezco mucho sus contribuciones y ayuda.

lunes, 13 de junio de 2011

La Democracia real cada vez más cerca


Estamos viendo estos días como las diferentes acampadas que han tenido lugar a lo largo de nuestro país (España), con marcado carácter internacional (básicamente europeo), están llegando a su fin. No así el contenido y la motivación de las mismas.

Para más de uno, pedir una "democracia real ya" puede parecer pueril: llevamos casi un centenar de años bajo la dictadura de las grandes corporaciones financieras (podríamos considerar el crack del 29 como el principio del fin) y no muchos menos en manos de los grandes supuestos controladores de las mismas (FMI desde 1944 aprox.). Toda una bonita y bien enlazada maniobra para que el Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial del mal llamado "Primer Mundo" quede en manos de egoístas usureros, capaces de hipotecar el futuro de sus propios hijos sin escrúpulo alguno.

Si a lo dicho añadimos la falta de independencia de los citados poderes (de la que todos somos testigos día tras día), el panorama no es muy halagüeño.

De ahí que grupos tan misteriosos como Anonymous salgan a la luz y cada vez más gente esté dispuesta a sacrificar hasta su propia vida para que el mundo sepa toda la verdad de aquellos que nos gobiernan y cómo lo hacen.

La demo-cracia está más vigente que nunca. Puede que el destino nos haya puesto en la mejor atalaya para poder ver un nuevo orden mundial. Aunque primero tengamos que sufrir sus las devastadoras consecuencias de su transición.

PS Sugiero el seguimiento periódico de personas como Santiago Niño Becerra, Manuel Castells, Manuel Vicent, Umberto Eco..., entre otros.
A los más jóvenes: no os creáis nada de lo que os cuentan; comprobadlo por vosotros mismos.

sábado, 4 de septiembre de 2010

¿A QUÉ JUEGA MONTSE?


Éste es el logo oficial del partido creado por Montserrat Nebrera, Alternativa de Govern.
Convendría hacer un análisis semiótico a fondo para aclarar si la "n" es una exaltación egocéntrica incontenida o un juego de alternativas para que cada cual encuentre su espacio. La mismísima Montse Nebrera, en un programa de televisión en el que participaba como tertuliana, y ante los insistentes intentos del resto de tertulianos -moderador incluido-, dejaba el tema en el aire: " 'n' de 'novetat', 'n' de 'nació'...". Vamos, que podría tratarse de muchas cosas. Si es así, mal vamos.
Lo que no admite discusión es la 'senyera' cuatribarrada que aparece en la "n". ¿Qué nos quiere decir Montse y -si los hay-, los suyos? Teniendo en cuenta que el discurso de Montse Nebrera -recordemos que el único discurso de Alternativa de Govern sale de boca de ella; no tenemos conocimiento de equipo visible alguno que secunde sus palabras: ella es la única imagen visible del proyecto- se centra en el reconocimiento de una sociedad catalana plural, donde conviven nacionalistas catalanes, nacionalistas españoles, españoles que se sienten catalanes, catalanes que se sienten también españoles..., en fin, todas las combinaciones que Uds. quieran, ¿qué sentido tiene delimitar el target objetivo de una supuesta campaña con una 'senyera' catalana? ¿No es una contradicción manifiesta del aún imberbe partido?
Como seguidor habitual del blog personal de Montserrat Nebrera, pude constatar que se creó entre los participantes un cierto malestar al conocer oficialmente el logo. El malestar hubiera quedado en anécdota, si no fuera por otros hechos más preocupantes que comienzan a poner en serias dudas que Alternativa de Govern tenga futuro como formación política. Las voces que a diario se alzan en dicho blog reclaman un posicionamiento claro de Montse ante las inminentes elecciones autonómicas. Montse se limita a jugar con las ambigüedades, llegando a hacer comentarios infantiles ante los medios, comentarios que, lejos de generar un positivo suspense, desamina e impacienta a aquellos que vieron en ella una verdadera alternativa política.
Si alguien ha leído otras entradas mías, verá que soy un más que simpatizante de Montserrat Nebrera, pero a estas alturas, y viendo como se están desarrollando los hechos, empiezo a tener serías dudas de que el proyecto de Alternativa de Govern cuaje; máxime cuando se está pidiendo a gritos que se den nombres y apellidos de colaboradores para acallar a aquellos que piensan que Montse Nebrera, Alternativa de Govern y la "n" no son más que delirios de grandeza; egocentrismo disfrazado de política.
La sería situación que atraviesa España, y más concretamente Catalunya, no merece el trato que los polítcos le están dando, pero mucho menos el juego de falsas esperanzas que los partidos emergentes van pregonando. Y esperemos que el juego no sea también un juego de cobardía, en el que la indecisión sea el resultado de querer apostar a caballo ganador y si no retirarse.
Una última reflexión: si aquellos que apostaron por la urgente renovación de la clase política y de sus valores nos están vendiendo humo, el daño que puede sufrir nuestra democracia y por ende nuestro Estado de Derecho puede ser de dimensiones impredecibles.

sábado, 3 de julio de 2010

COMENTARIO AL REPORTAJE DEL MAGAZINE DE LA VANGUARDIA (Enero de 2010), LA PIZARRA DIGITAL


DISCERNIR CON EL TECLADO


He leído con atención el interesante reportaje del Magazine del pasado 10 de enero, La escuela digital. Me alegra saber que educadores y formadores tienen opiniones muy concordantes sobre el papel que desempeñan las nuevas tecnologías en el mundo de la educación y de la formación.
Como docente, vivo el cambiante mundo de las metodologías educativas, y tal vez por ello me siento identificado con la idea expresada por el director de la escuela Jacint Verdaguer, que afirma que “lo importante no es el medio con el que uno se expresa, sino aquello que se quiere transmitir”. Es decir, lo verdaderamente importante es el mensaje; el canal, si tenemos que priorizar, tiene un carácter secundario. ¿Cambia la fórmula de la longitud de una circunferencia si se escribe en la arena de la playa, en vez de hacerlo en una pizarra digital?
El cerebro humano sigue procesando la información de la misma manera desde hace decenas de miles de años. Las metodologías no dejan de ser vehículos que pueden ayudar a este proceso, pero nunca deberían suponer un obstáculo para el desarrollo de las capacidades intelectuales de los discentes tales como la síntesis, el discernimiento o la creatividad.
El reportaje menciona a la calculadora como una herramienta que, a pesar de su extendido uso, no ha sustituido el aprendizaje del cálculo matemático como tal; pero es justo recordar que su uso abusivo sí que se apunta como una de las causas de la falta de agilidad mental en los procesos de asimilación de dicha materia.
Esperemos que el “copiar y pegar” no sea obstáculo para la educación y la formación integral de nuestros alumnos.